El cuadro muestra una clásica gasolinera de carretera americana de los años 50. Llama la atención la vestimenta del hombre, de traje y corbata (como se acostumbraba muchas veces en aquellos años) y la ausencia del elemento que completaría el concepto, en este caso: automóviles. Como es usual en las obras de Hopper, por ejemplo: Carretera de cuatro carriles (sin coches) o Casa Junto a la Vía del Tren (sin personas ni tren).