La obra representa el paisaje que veía el propio pintor desde su apartamento, el día 30 de junio, el cual se había declarado recientemente como festivo nacional del "Día de la paz". Un periodo de prosperidad después de tiempos convulsos en la sociedad francesa. Atrás quedaba la sangrienta Guerra franco-prusiana y la división de París, que asolaban a Francia hace menos de una década.